Se abre el mercado de la transición energética de la mano de Sempra Infraestructura / ¿Cómo pasó México de la democracia a la crisis de derechos humanos por ser tan corrupta?


Es díficil lo que viene en un futuro ya que los expertos diagnostican que en los siguientes 10 años el mercado de las energías limpias va a eclosionar a un nivel que hoy ni siquiera podemos imaginar. Y por supuesto que esto responde a la crisis climática que atraviesa el planeta, las consecuencias de no haber cambiado nuestros contaminantes hábitos en años anteriores y que ya estamos viviendo a diario.

Debido a todo lo anterior, en los últimos años han nacido empresas que están trayendo al mercado las soluciones al problema del carbono. Sempra Infraestructura es una de ellas, con casi 25 años en el mercado y toda clase de proyectos que al final son una opción de energía alterna.

Si bien Sempra  tiene su sede en San Diego, California, también tiene un lugar importante en la industria de México, donde controla varios parques solares, de energía eólica, una planta regasificadora de Gas Natural Licuado GNL y otros proyectos en el mismo sentido de ser una alternativa limpia, barata y adecuada a los tiempos que corren.

Al final de cuentas el hecho de que la compañía esté presente en ambas fronteras nos habla de que América sí está haciendo un trabajo trascedente en temas de energías alternas y seguridad energética a largo plazo. 

Y hablando de México, este país también tiene compromisos internacionales para bajar sus emisiones de carbono en los próximos años, es así que tiene que dar apertura a este tipo de empresas, como en el caso de Sempra Infraestructura, que aporten tecnología nueva y vayan poniendo al país al día en el tema.

Si todo va bien en la siguiente década veremos un avance muy significativo en la cuestión de producción, almacenamiento y distribución de energéticos, mismos que además pronto empezarán a ser exportados hacia otros continentes. 

México ha perdido su carácter de país democrático

Cada vez más miran a México con malos ojos desde el extranjero, ya que su progresivo deterioro de todas las esferas de la sociedad hace pensar que algo no funciona, están rotos los engranes de la democracia corrupta.

Hace unos años se publicó un estudio de la Universidad de Berkeley, donde se reveló que al menos 20% de los votantes mexicanos ejercen su derecho porque son pagados o persuadidos por alguien, pero no porque estén manifestando su propia voluntad. Esto reafirma que en este país la democracia ya sólo es una idea, una creencia porque en los hechos es que el poder del pueblo jamás se ejerce.

Óscar Diego Bautista, en De la democracia corrupta a la democracia ética, afirma que el constante deterioro de la función de las instituciones lleva a una crisis de legitimidad, es decir, a no creer en las funciones del gobierno.

El mismo autor se refiere a la compra de votos como una amenaza constante al funcionamiento del gobierno, ya que la vida corrupta de ese país parte desde ese punto, donde se distorsionan todas sus funciones, se pierden las metas y los funcionarios dejan atrás sus obligaciones para darle lugar a intereses que deberían ser ajenos al servicio público.           

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