El mundo de las inversiones está plagado de un sinfín de variables. Diversas metodologías coexisten en una lucha por tratar de imponer sus hipótesis y teorías acerca de cuál es la mejor forma de generar ganancias.
Para aquellos ajenos al liado universo de los flujos de capitales, el obtener provechosas ganancias de una inversión significa el fin de una ecuación perfecta. Atesorar ganancias es para muchos el fin último de todo manejo financiero.
Lo que en la jerga asociada a las inversiones se ha denominado como rentabilidad acumulada, significa para algunos una variable muy apreciada. En mayor medida los más noveles inversionistas apuntan hacia este indicador como la meta deseada. No obstante, las rentas por si solas no son elementos que debe centrar toda la atención financiera. A continuación, detallaremos otros aspectos básicos del manejo de capitales.
¿Qué es la rentabilidad acumulada y como se computa?
Su definición técnica expresa que la rentabilidad acumulada es la revalorización porcentual de un valor final en un fondo de inversiones por un tiempo determinado. Una explicación simple concluye que es la suma total de todos los beneficios obtenidos de la inversión de un activo durante un período en específico.
El término rentabilidad acumulada se suele emplear con frecuencia en las inversiones a largo plazo. Su concepto puede variar depende de su ámbito de aplicación o instrumentación lo cual crea algunas dificultades en su entendimiento.
Para un gestor de fondos, la rentabilidad acumulada mide los resultados generados desde el inicio del fondo en el mercado por un periodo específico. En cambio, el inversor del mismo fondo, lo entiende como el valor de la adquisición de las participaciones iniciales en relación a su precio actual.
Su método de cálculo requiere dos únicas variables: el costo originario del activo invertido (valor liquidativo inicial) y el último importe o costo actual (valor liquidativo final). Se define a través de la siguiente formula: Rentabilidad = (VLfinal – VLinicial)/VLinicial.
Rentabilidad acumulada ¿Es la principal variable para calcular ganancias?
El emplear la rentabilidad acumulada como único módulo para medir el retorno de la inversión más dividendos supone una visión parcial de la realidad financiera. Existen otros elementos de importante valor que han de incluirse en el cálculo de cualquier ganancia.
Un factor que ha de añadirse a la ecuación de ganancias de un fondo de inversiones, es el referido al valor de la moneda. La variación monetaria en el tiempo puede alterar de manera significativa la ganancia o pérdida real.
La sobrevaloración producto de la variación monetaria no es el único factor que influye para obtener falsos resultados de rentabilidad acumulada. El riesgo como elemento constante de cualquier inversión define la certeza de las ganancias atesorada en un tiempo específico.
Diversas ecuaciones se han propuesto para ajusta el cálculo de la rentabilidad desde una perspectiva diferente. Deducir de los dividendos el rendimiento de los activos sin riesgo y valorar la volatilidad de las inversiones se implementan como modelos sustitutivos.
La rentabilidad acumulada por sí sola no significa el éxito de una inversión. El logro de los objetivos planificados desde el principio debe ser el indicador a revisar si se desea obtener certeza del éxito de la inversión.