Depresión, ansiedad, sedentarismo, falta de concentración en las labores escolares y retraso en sus habilidades motrices, son algunas de las consecuencias que puede dejar en los niños el uso excesivo de juguetes con pantalla táctil, por ejemplo: tabletas electrónicas y teléfonos inteligentes, mejor conocidos como smartphones.
Hoy la mayoría de los juegos infantiles se concentran en una pantalla, y desde edades muy tempranas, pueden pasar horas en el celular o en una tableta.
“Veo a mis nietos jugar con unas cosas que a mi parecer no les enseñan mucho, sólo mueven su dedo índice y ya. Yo creo que el mejor tiempo en la vida de una persona es la infancia porque es donde uno aprende y se desarrolla y hoy a mi parecer se está haciendo a los niños cómodos y flojos.
“Nosotros disfrutábamos con canicas, con globos, con trompos, todo eso aparte de que teníamos actividad física nos hacía pensar, ahora disfrutan con la computadora, sus iPads, juegos en los celulares, ya ni siquiera caminan o corren, yo digo que los dejen vivir, que los dejen ser niños”, opinó José Silva Rodríguez de 70 años.
Hoy en día, uno de cada tres niños -equivalente al 38%- ya utiliza dispositivos móviles (celulares o tabletas) antes de aprender a hablar, según el último informe de Common Sense Media, Organización no Gubernamental de Estados Unidos.
Don Martín Romero platicó con nostalgia que hoy sus nietos no están viviendo su infancia del mismo modo que ellos, pues algo que ha afectado gravemente a las nuevas generaciones es la inseguridad que obliga a que los infantes estén encerrados en sus casas y no les permite correr y disfrutar libremente al aire libre.
Juana Díaz, dijo que es normal que los niños de ahora sean diferentes, pues cada época es diferente, y los infantes se tienen que acoplar al avance de la tecnología aunque siempre bajo la supervisión de un adulto.
“Me acuerdo de aquellos juegos, por ejemplo cuando jugábamos al lobo y corríamos todos a escondernos y que nos atrapara, ahora mis nietos lo hacen pero sólo un rato, lo hacen para saber de qué se trata, pero ya no se divierte, es verdad que existían todas esas variedades de juegos pero la actualidad es otra, para empezar ya no se puede jugar ni siquiera a la pelota en la calle, varios de los juegos que mencionas se desarrollaban en plena avenida”.
Aunque muchos papás se oponen las nuevas tendencias de diversión en los juegos infantiles, hay otros que hasta gozan de los mismos juguetes que sus hijos.
Afecta habilidad social y motriz
El médico Efraín Pérez, jefe del Área Médica de la Cruz Roja en Celaya, explicó que algunos niños desarrollan habilidades con estos aparatos, pero otros tienen serios problemas para coger un lápiz e incluso merma su proceso de socialización.
Puede causar retraso motor y disminuir fuerza muscular en los dedos, necesarios para la escritura. Están perdiendo habilidades motoras básicas y tradicionales debido a que pasan mucho tiempo con estos aparatos.
El médico informó que varios de los pacientes que atiende, llegan al consultorio con una tableta electrónica en mano o bien con el teléfono touch de sus papás, incluso para la consulta tiene que quitarles sus aparatos.
A decir del médico, hasta los siete años de edad, los niños deben estar en la vida real, en espacio y tiempo real.
“Con estos aparatos les estamos dando la satisfacción inmediata, lo que provoca que les sea más difícil perseverar en actividades que llevan un tiempo aprender, como leer y escribir. No quiere decir que sea el mejor método, pero recordemos que muchos de nosotros nos tocó hacer planas y planas de las vocales, del abecedario, de las tablas de multiplicar y a la fecha parece que tenemos esa canción en la mente todo el tiempo, hoy vemos niños que aunque los enseñan con métodos más modernos no saben las tablas, tienen pésimas faltas de ortografía y su letra es ilegible”.
Dañan postura, lenguaje y aprendizaje
Miguel Ángel Ruiz, coordinador del Centro de Atención Primaria de Adicciones de la Secretaría de Salud, detalló que algunos estudios señalan que esta afición, genera problemas de postura y hasta retraso en el desarrollo del lenguaje y su abuso podrían incluso limitar o retrasar la habilidad para escribir.
El funcionario explicó además que cuando los niños utilizan pantallas táctiles, los niños no están construyendo los músculos necesarios para la escritura, especialmente en manos y dedos.
“Hay estudios que dicen que genera debilidad muscular, además de que pasan mucho tiempo sentados, en vez de estar haciendo tareas funcionales, como correr o escalar, y eso afecta su desarrollo sicomotor y todo lo que pase en la motricidad gruesa afectará la motricidad fina”, explicó Miguel Ángel.
También señaló que el proceso de aprendizaje de los niños es integral y si están siempre con con una tablet y no hacen actividades a mano con papel y lápiz, sus músculos estarán débiles, lo cual podría generar retrasos motores y disminución de fuerza muscular en algunas áreas.
El sedentarismo es otro de los problemas que genera el uso excesivo de estos aparatos eléctricos, pues su capacidad física es demasiado restringida y su masa muscular regularmente es inferior para su edad y contextura
También genera limitaciones físicas, por ejemplo que no reaccionan rápidamente y no se pueden colgar de un árbol o correr rápido.
El médico explicó que la escritura es un proceso en que los niños primero aprenden a tomar el lápiz con el puño cerrado y poco a poco la van adoptando la forma más adecuada para cada uno.
Padres deben poner límites
Elisa Guerrero, representante Jurisdiccional del Programa de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria III, señaló que es muy importante que los padres de familia establezcan límites, que podría ser un número determinado de minutos al día y no superarlo, al mismo tiempo de fomentar otras actividades.
“Hoy en día los niños a muy temprana edad tienen la posibilidad de tener dispositivos electrónicos, que trae varias consecuencias, por ejemplo suelen distraerse de las labores escolares para poder jugar, pueden restar tiempo a hacer tareas y estudiar, a veces le dedican más tiempo a sus distractores, por ello, no es que sean malos o buenos, lo importante son los límites, reglas y normas que establezcan los padres”, dijo Elisa Guerrero.
Algunos niños comienzan a jugar como una forma de escaparse de pensamientos desagradables o falta de atención de sus padres y por ello se concentran en estos dispositivos, por ello también es responsabilidad de los padres mantenerlos en “el mundo real.
“Su uso excesivo sí tiene afectaciones graves, hay deficiencias en lo académico, sus relaciones interpersonales se ven afectadas, los niños que dedican mucho tiempo, la que dedican a interactuar con la familia, con los amigos. Hay otras cosas que se tienen que añadir, hay efectos inmediatos en la salud, como que pueden desarrollar obesidad, problemas de espalda, gástricos, por estar tanto tiempo sentados.
“Los dedos se lastiman, hay un estudio que se hizo en Estados Unidos, donde los chicos que tienen un gran apego a estos dispositivos tienen relación con otras conductas problemáticas, depresión, ansiedad, peleas serias, por eso se debe tener a los niños atentos a lo que pasa en la vida real”, dijo la especialista.
Los alejan de la realidad
La psicóloga Katia Rodríguez, opinó que es normal que los juegos y juguetes cambien conforme a la época, pero a ella en lo particular lo que le preocupa es que ha disminuido la interacción del niño con otros “amiguitos” o bien con sus padres.
A esto se suma, que los niños no realizan ejercicio o actividad física diaria, pues sus actividades de ocio son totalmente pasivas.
La profesional dijo que por lo menos se debe dar a los niños una hora de actividades recreativas, para que además de distraerse de las preocupaciones propias de los infantes, se aproveche para realizar actividad física y así lograr beneficios para la salud y prevenir y combatir los efectos negativos provocados por el sedentarismo.
“Los juegos al aire libre trae beneficios inmediatos como mejoras en el crecimiento y fortalecimiento de los huesos, destreza, habilidades físicas, mejora las capacidades cognitivas como la atención, la memoria y la toma de decisiones, y en la canalización de las situaciones de estrés, por eso la educación debe ser integral”.